Cursores

martes, 26 de noviembre de 2013

Roma e Hispania (II) Tipos de ciudad

Caesaraugusta
COLONIAS: Asentamientos urbanos de nueva creación que contaban con la presencia de ciudadanos romanos, principalmente veteranos militares. Un ejemplo de colonia romana en Hispania es Caesaraugusta (Zaragoza), formada por soldados licenciados de las legiones IV Macedonia, VI Victrix y X Gemina. Toda colonia se rige según el derecho romano.


Batalla en Ilerda
MUNICIPIOS: Núcleos de población que existían antes del dominio romano. A diferencia de las colonias, los municipios conservan un cierto grado de autonomía en la administración local y en el mantenimiento de sus costumbres, pero están obligados a pagar impuestos a Roma. Un ejemplo sería la capital de los ilergetas, Iltrida, que pasó a ser municipio romano después de la segunda guerra púnica con el nombre de Ilerda (Lérida).


CIUDADES INDÍGENAS: Los núcleos más numerosos de la Península. Podían ser oppida foederata, con un tratado de amistad con Roma; oppida libera, que gracias a un reconocimiento de sus servicios para con Roma no pagaban tributos; oppida stipendiaria, sometidas al pago de tributos.


martes, 19 de noviembre de 2013

Roma e Hispania (I)

Roma llega a la Península Ibérica a causa de las disputas que mantenía con los cartaginenses: Estos, bajo el mando de Amílcar, Asdrúbal y Aníbal habían conquistado la Península hasta llegar al río Ebro tras someter a la ciudad de Sagunto, aliada de Roma.

Como reacción, Roma llega a Hispania en el año 218 a.C., penetrado por Emporion (Ampurias). A la cabeza del ejército romano iban los hermanos Escipiones (Cneo y Publio), quienes se enfrentaron a los cartagineses y, después, a los pueblos indígenas. Publio Cornelio Escipón, el Africano, continuó la labor de su padre Plubio y de su trío, y logró ocupar importantes plazas cartaginesas: Carthago Nova, el valle del Guadalquivir, Gadir... En el año 206 a. C., Hispania quedó libre de la presencia cartaginesa.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Sociedad y política (II) La carrera política o cursus honorum

El cursus honorum era la carrera política de un varón romano y consistía en un acceso reglamentado a determinadas magistraturas, empezando por las magistraturas ordinarias menores hasta alcanzar las mayores: Cuestura, Edilidad, Pretura y, finalmente, Consulado.







Además de las ordinarias, existían magistraturas extraordinarias, entre ellas, el dictador ("dictador, magistrado supremo"). Si existía un peligro para la República, se nombraba a un dictador que, durante seis meses, ostentaban el máximo poder y sustituía a los cónsules. se nombraba también a un Maestro de Caballería como apoyo del dictador. Ambos cesaban en su cargo una vez transcurrido el tiempo determinado.
Paralelamente existían también dos magistraturas importantes que no formaban parte del cursus honorum: El Tribunado y la Censura.
   


   
CLASES SOCIALES:



EDAD MÍNIMA PARA EJERCER UNA MAGISTRATURA:



miércoles, 13 de noviembre de 2013

Sociedad y política (I) Testimonios del tiempo

El joven que había sobrevivido a los diez años de vida militar podía, cuando volvía a casa,    emprender la carrera política, que iba por grados y era electiva y sometida a toda suerte de precauciones y controles.

Correspondía a la Asamblea centuriada cribar las candidaturas a los diversos cargos, que eran todos  plurales, es decir, constituidos por varias personas. el primer peldaño era el de "cuestor", especie de ayudante de los magistrados más altos para las finanzas y la justicia. ayudaba a controlar los gastos del Estado y colaboraba en la investigación de los delitos. No podía permanecer en el cargo más de un año,  pero si había cumplido bien con su cometido, podía presentarse de nuevo a la Asamblea centuriada para ser ascendido.
sesión en el senado

Si no había satisfecho a los electores, quedaba suspendido y durante diez años no podía volverse a presentar para ningún cargo. Si por el contrario, los tenía contentos, era elegido "edil" (había cuatro) y, como tal, siempre por un año, cuidaba de la superintendencia de los edificios, los teatros, los acueductos, las carreteras, las calles y, en suma, de todos los edificios públicos o de público interés [...]

Si también en esas misiones, que eran prácticamente las de un asesor, cumplía a satisfacción, podía concurrir, siempre con el mismo método electivo y por un año, a uno de los cuatro puestos de "pretor", cargo altísimo, civil y militar [...]


                                                                           Indro Montanelli, Historia de Roma, Plaza & Janés.