Cursores

miércoles, 7 de mayo de 2014

¿De quién hablamos?

¿DÓNDE Y CUÁNDO VIVIERON?

La Península Itálica se halla geográficamente entre otras dos penínsulas del mar Mediterráneo, la Ibérica y la Helénica. Italia se divide en dos partes, el territorio penínsulas y los territorios insulares. El territorio peninsular limita al Norte con la cordillera de los Alpes, al Sur con el mar Jónico, al Este con el mar Adriático y al Oeste con el mar Tirreno. Los principales accidentes geográficos son los montes Apeninos, que cruzan el territorio de Norte a Sur, y la cuenca del río Po, que lo atraviesa de Este a Oeste

Alrededor del 1500 a. C., llegaron a esa península unos pueblos que provenían de las llanuras centroeuropeas en busca de mejores condiciones y que paulatinamente se fueron adentrando en mayor o menor grado en el territorio. Destacan los asentamientos de los ligures y vénetos en el Norte, los latinos en el centro y los samnitas al Sur.

A estos pueblos se les unieron posteriormente, entre los años 1000 y 600 a. C., los etruscos y los griegos. estos últimos colonizaron el sur de la península y Sicilia, una región que pasó a conocerse como Magna Grecia y en la que se fundaron ciudades tan importantes como Tarento o Siracusa. De entre las aportaciones más destacables de los griegos a su llegada al suelo itálico, se encuentran sus costumbres, la religión y la lengua. Por otro lado, los etruscos ocuparon las regiones centrales de la Toscana, el Lacio y la Umbría.



¿QUÉ LENGUA HABLABAN?


El latín, la lengua del Lacio, pertenece a la familia lingüistica indoeuropea, nombre con el que designa a las lenguas que derivan del idioma del pueblo indoeuropeo, que habitó las regiones del centro y el Este desde el final del Neolítico hasta el incio de la Edad de Bronce (3000-2000 a. C.) El latín convivió en un principio con otras lenguas del territorio itálico, por lo que conserva influencias de algunas, como el osco y el etrusco.
Julio César dijo en latín clásico:
"veni, vidi, vici"

Las comedias de Plauto son una
muestra del latín arcaico.
El latín, como todas las lenguas, se inició en un momento dado, que podemos situar hacia el año 1000 a. C., y fue evolucionado a lo largo de los siglos, pues se expandió desde su lugar de origen por todos los territorios conquistados. Así esta legua fue variando tanto en su forma oral como escrita a las lenguas romances o románicas.

En su evolución se han establecido varios períodos: el arcaico, clásico, posclásico, tardío, medieval, humanístico y neolatino.
San Agustín escribió
sus obras en latín ordinario
El hispano Séneca filosofó
en latín posclásico

lunes, 5 de mayo de 2014

¿Cómo se ha transmitido la cultura latina?

Conocemos la cultura latina, sus texto, sus formas de vida y de organización gracias a la literatura y a la labor de los copistas, así como a partir de otras manifestaciones escritas como las inscripciones en piedra, las monedas...
También son diversos los soportes empleados por los latinos inicialmente, igual que otros pueblos,y, después, por los copistas medievales, hasta llegar al Renacimiento y a la crucial importancia de la imprenta.


Los primeros textos escritos conservados
 se escribieron sobre piedras y tablillas de cera.
 Sobre piedra, suelen hallarse inscripciones
religiosas o de contenido político.


 En las tablillas encontramos anotaciones,
 listas o apuntes de algún estudiante.
 Para escribir sobre ellas se usaba el punzón,
con un extremo con forma de espátula para
 borrar.                    



A partir del siglo II d.C. se pasó al volumen
 de páginas encuadernadas o códice;
las páginas eran de papiro o de pergamino,
fabricado con piel de animal limpia


El papiro, hecho de la planta del mismo nombre, procedía de Egipto. Una vez tratado se enrollaba entorno a una varilla y se obtenían unos rollos que se guardaban en vasijas o en cajas. Sobre el papiro se escribía con una pluma de ave (más adelante se hizo de bronce). Se mojaba en tinta negra, obtenida de una mezcla de hollín, goma y vinagre.

martes, 29 de abril de 2014

El teatro latino

  Géneros Clásicos:  
-Comedia: Los dos únicos representantes de los que nos han llegado piezas enteras son Plauto (255-184 a.C.) y Terencio (sigo II a. C.) La comedia latina contiene personajes arquetípicos como la figura del avaro, el del militar fanfarrón, el parásito, el joven atolondrado, la cortesana o la joven honesta. La comedia de plauto se catacteriza por el uso de un lenguaje popular y lleno de juegos de palabras, mientras que Terencio usa un lenguaje más culto y refinado. La temática se apoya en el enredo y en el equívoco, así como en el reconocimiento final de la verdadera identidad de los personajes centrales.

-Tragedia: Del escritos de origen Hispano Séneca (sigo I d. C.), nos han llegado las únicas piezas latinas trágicas completas, Edipo y Medea. Obras de fondo griego, recuperan temas mitológicos que ya fueron llevados a la escena en la Grecia cláica del siglo V a. C.

  Manifestaciones populares:
-Atelanas: Representaciones basadas en la improvisación: a partir de una trama dada, los actores iban dialogando sobre temas jocosos y burlescos. Los personajes solían ser fijos (Maccus, el glotón; Pappus, el abuelo; Buccus, el bocazas, etc.).

-Juegos fescenios: Los actores, que cubrían sus rostros con máscaras, mantenían diálogos llenos de ironía.

-Representaciones de mimo: Actores y actices no llevaban máscaras y representaban chanzas, situaciones cómicas.

-Pantomima: Solo aparecía un actor que encarnaba los diferentes personajes. Se danzaba y se gesticulaba, pero no se hablaba.

miércoles, 19 de marzo de 2014

La épica

Virgilio y la Eneida

Publio Virgilio Marón nació en Andes, lugar cercano a Mantua, en el año 70 a.C. y murió en el 19 a.C.Su obra Eneida es el máximo exponente de la poesía épica latina. A partir de los poemas homéricos sobre la guerra de Troya, Virgilio relata el tema legendario de la partida de Eneas tras la destrucción de Troya hasta su llegada a las costas italianas, donde después su descendencia fundará Roma. La Eneida consta de doce libros, escritos a lo largo de casi once años.

     RESUMEN:


             Tras partir de Troya, Eneas llega a las costas de África, donde es recibido como huésped   por la reina Dido, en CARTAGO. Durante un banquete, Eneas narra el trágico final de Troya y cómo salió de allí llevando de la mano a su hijo Ascanio y cargando sobre sus hombros a su anciano padre Anquises. Dido se enamora perdidamente de Eneas y pretende retenerlo junto a ella, pero al ver que no va a lograrlo, se suicida. Eneas prosigue su navegación y llega a Sicilia, y después, a las costar de la Península Itálica. Arriba al Lacio, donde el rey Latino, cumpliendo un designio del oráculo, ofrece a Eneas la mano de su hija Lavinia  para que se convierta en su esposa. Pero Lavinia ya estaba prometida con Turno, lo cual desencadena una disputa entre este y Eneas, que finaliza con un terrible duelo del que el héroe troyano resulta vencedor.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Diana la diosa cazadora

Murmura un manantial de delgada y límpida corriente y rodeado, en su amplia salida, de orillas herbosas. Aquí solía la diosa de las selvas, cuando estaba fatigada de la caza, bañar en el cristalino líquido sus miembros virginales. Cuando llegó allí, entregó a una de sus ninfas, que cuidaba de sus armas, la jabalina, la aljaba y el arco destensado; otra recogió en los brazos el vestido que la diosa se ha quitado; otras dos le desatan el calzado. Y mientras allí se baña la Titania, en sus aguas acostumbradas, he aquí el nieto de Cadmo, después de suspender sus trabajos, y errando a la ventura por un bosque que no conoce, llega a aquella espesura, pues los hados lo llevaban. Tan pronto como penetró en la gruta que destilaba la humedad del manantial, las ninfas, al ver a un hombre, desnudad como estaban, se golpearon los pechos, llenaron de repentinos alaridos todo el bosque, y rodeando entre ellas a Diana la ocultaron con sus cuerpos; pero la diosa es mas alta y les saca a todas la cabeza. "Ahora te está permitido contar que me has visto desnuda, si es que puedes contarlo". Y sin más amenazas, le pone en la cabeza que chorreaba unos cuernos de longevo ciervo, le prolonga el cuello, hace terminar en punta por arriba de sus orejas, cambia en pies sus manos, en largas patas sus brazos, y cubre su cuerpo de una piel moteada. Añade tambié un carácter miedoso; huye el héroe hijo de Autónoe, y en su misma carrera se asombra de verse tan veloz. Y cuando vio en el agua su cara y sus cuernos: "¡Desgraciado de mí!" iba a decir, pero ninguna palabra salió.

                                                                                                       Estrabón, Geografía, III

miércoles, 29 de enero de 2014

Minerva es Atenea

Atenea, la diosa protectora de Atenas, es la figura más civilizada, sabia y culta del universo religioso de los griegos, donde abundaban las deidades familiarizadas con el crimen y escaseaban aquellas que alentaban el progreso del espíritu. Nació de la cabeza de Zeus, a quién le abrió el cráneo, según algunos, Prometeo, y según otros, el dios Hefesto. Los ojos de la diosa eran grandes y brillantes como los de una lechuza. Era la única deidad del Olimpo, al parecer, que reflexionaba antes de obrar, lo que suponía no poco mérito ante aquella tribu de salvajes incontinentes que poblaban el Olimpo.
Atenea era virgen--"la eterna doncella", la llamaban--, y aunque muchos dioses la pretendía, ella no aceptó nunca yacer con ninguno. Pese a que se le asocia con la guerra y a menudo la vemos armada con casco, lanza y escudo, no sentía especial pasión por la pelea y procuraba dirimir las disputas por medio de la negociación. Cuando luchaba al fin, siempre porque no le quedaba otro remedio, nadie era capaz de derrotarla, pues era mejor estratega que ningún dios o general. Su fuerza, pues, residía en su inteligencia y no en su valor. Diosa de las artes y de las ciencias, inventó cosas útiles y hermosas, como la olla, el arado, el carro, el barco, la flauta y la trompeta. También fue ella quien plantó el primer olivo.

                                                                                           Corazón de Ulises.

miércoles, 22 de enero de 2014

Mito de la creación de Roma


El Rey Numitor fue expulsado de su trono por su  hermano: Amulio, que asesinó a todos los hijos varones del rey,  pero dejo con vida a su hija , Rea Silvia ,que fue encarcelada y luego obligada a dar culto al dios Vesta asegurándose de esta  iba a permanecer virgen.
Un día  Rea Silvia estaba durmiendo en la orilla de un río y el dios Marte al verla se quedó impactado por su belleza y la violó, dejandola embarazada. Como consecuencia  nacieron  dos gemelos: Romulo y Remo.
  Dió a luz a los gemelos Romulo y Remo de descendencia divina. 
Luperca amamantando a Rómulo y Remo
 El rey Amulio se enteró condenó a Rea Silvia a muerte y a los mellizos Rómulo y Remo a ser arrojados al Tíber porque temía que Romulo y Remo quisieran recuperar el trono . Pero los esclavos encargados de cumplir el castigo se apiadaron de los pequeños y dejaron la canasta en la orilla del río, en ese lugar vivia una loba "Luperca"que al ver llorar de hambre a los niños los amamanto hasta que fueron descubiertos y criados por un pastor llamado Fáustulo y su esposa Larentia.
 Rómulo y Remo se enteraron de la verdadera historia de su nacimiento, mataron a Amulio y devolvieron ell trono a su abuelo Numitor, quien les entregó territorios al noroeste del Lacio.
  Los gemelos decidieron fundar una ciudad en el sitio donde fueron encontrados, pero estaban indecisos sobre el lugar exacto y también sobre quién de los dos debería ser el rey.
 Numitor les aconsejó estar atento a las señales. Mientras tanto Rómulo se instaló en la cima del Palatino y Remo en la del Aventino. Remo vió seis buitres volando sobre el lugar, e interpretó esto como la señal del lugar indicado, pero Rómulo vió doce buitres volando sobre el Palatino y decidieron que esta colina era la indicada para la nueva ciudad, y él sería el monarca.
Rómulo trazó el contorno de la ciudad con un arado y juró que mataría a quien pasara las imaginarias murallas de Roma sin unsas la puerta. Su hermano Remo pensó que lo dicho por Rómulo no lo aplicaría con el y cruzó la línea. Rómulo mató a Remo y se convirtió en rey de la nueva ciudad y arrepentido por la muerte de su hermano, llamó Roma a la ciudad a su honor .

miércoles, 15 de enero de 2014

La creación del mundo

Antes del mar, y de la tierra, y del cielo que todo lo cubre, en toda la extensión del orbe era un solo espacio que ofrecía la naturaleza. Se le llamó Caos; era una masa confusa y desordenada, no más que un peso inerte y un amontonamiento de gérmenes mal unidos y discordantes. Ningún Titán daba todavía al mundo su luz; tampoco Febe renovaba en su creciente los cuernos recién aparecidos. Ni la tierra se encontraba suspendida en medio de los aires que la rodeaban, en equilibrio por su propio peso, ni Anfitrite había extendido todavía sus brazos marcando los confines de la tierra firme. Y por dondequiera que había tierra, había también aire y agua, con lo que ni la tierra era sólida, ni vadeable el agua, ni el aire tenía ñuz; ningún elemento conservaba su propia figura. Cada uno era un obstáculo para los otros, porque en un solo cuerpo lo frío luchaba con lo caliente, lo húmedo con lo seco, lo blando con lo duro, y con lo desprovisto de peso lo que tenía peso.
A esta contienda puso fin un dios, una naturaleza mejor. Separó, en efecto, del cielo la tierra, y de la tierra las aguas, y apartó el límpido cielo del aire espeso. Y una vez que así despejó estos elementos y los sacó de la masa oscura, asignó a cada uno un lugar distinto y los unió en amigable concordia. [...] Empezó por aglomerar la tierra, para lograr que su superficie quedase igualada por todas partes, dándole la figura de un enorme globo. A continuación dispuso que los mares se extendiesen y que embraveciesen al soplo arrebatado de los vientos y que rodeasen las riberas de la tierra, ciñéndola. Añadió igualmente fuentes, enormes charcas y lagos, y aprisionó en tortuosas márgenes los ríos que se despeñan, de los cuales, según las comarcas, unos rean absorbidos por la tierra misma, y otros llegan al mar, y, recibidos en llanura de aguas más dilatadas, contra plyas se estrellas y no ya contra orillas. Mandótambién que se extendieran los campos, que se abatieran los valles, que las selvas se cubrieran de hojas, que los montes pedregosos se elevasen.

                                                                Metamorfosis, Libro I Ovidio

El Dios Apolo

Corren veloces el dios y la muchacha, él por la esperanza, ella por el temor. Sin embargo el perseguidor, ayudado por las alas del amor, es más rápido, se niega el descanso, acosa la espalda de la fugitiva y echa su aliento sobre los cabellos de ella que le ondean sobre el cuelo. Agotadas sus fuerzas, palideció; vencida por la fatiga de tan acelerada huida, mira las aguas del Peneo y dice: "Socórreme, padre; si los ríos tenéis un poder divino, destruye, cambiándola, esta figura por la que he gustado en demasía". Apenas acabó su plegaria cuando un pesado entorpecimiento se apodera de sus miembros; sus suaves  formas van siendo envueltas por una delgada corteza, sus cabellos crecen transformándose en hojas, en ramas sus brazos, sus pies un momento antes tan veloces quedan inmovilizados en raíces fijas; una arbórea copa posee el lugar de su cabeza; su esplendente belleza es lo único que de ella queda. Aun así sigue Febo amándola, y apoyando su mano en el tronco percibe como tiembla aún su pecho debajo de la corteza reciente; y estrechando en sus brazos las ramas, como si aún fueran miembros, besa la madera; pero la madera huye de sus besos.

                                                                                                  Ovidio, Metamorfosis, libro I.

miércoles, 8 de enero de 2014

Juno, Diosa celosa y vengativa.

La ciudadela de Roma y el Capitolio corrieron un grave peligro. Pues los galos, sea que hubiesen observado huellas humanas por donde había pasado el mensajero de Veyes, sea que por sí mismos hubiesen observado junto al templo de Cementa una roca fácil de subir, como una noche ligeramente iluminada primero hubiesen enviado delante a un hombre desarmado para que examinase el camino, y al que entregaban después las armas donde hubiese algún lugar abrupto, apoyándose unos a otros, ayudándose recíprocamente y tirando unos de los otros, conforme lo exigiese el lugar, lograron llegar a la cumbre en medio de un silencio tan grande que no solo engañaron a los guardianes, sino que ni siquiera despertaron a los perros, animal atento a los ruidos nocturnos. No engañaron a los gansos sagrados de Juno, a los que había protegido a pesar de la suma escasez de comida. Esto fue lo que les salvó; pues sus gritos y aleteos despertaron a M. Manlio, que había sido cónsul dos años antes y hombre distinguido en la guerra: tras coger de prisa las armas, se lanza al mismo tiempo que llama a los soldados a las armas y, mientras los demás corren precipitadamente, derriba con un golpe de su escudo a un galo que ya se había situado en la cima.

                                                Tito Livio, Los orígenes de Roma, Libro V.